miércoles, 5 de noviembre de 2014

INSTRUCCIONES PARA LA ELABORACIÓN DEL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1
Escribe la sección argumentativa donde abarques los antecedentes y detalles del problema. Cuando termines, asegúrate de que puedes identificar el planteamiento del problema. Pídele a un amigo que lea esta sección para ver si lo identifica; si ambos pueden, entonces está bien planteado. Si no, rescríbelo para que sea más claro o para que se integre más a la información.

2
Examina el planteamiento del problema en detalle. ¿El problema listado es muy extenso para el panorama de tu reporte? Por ejemplo, si escribes una propuesta expresando la falta de suficiente estacionamiento en tu universidad y si mencionas todos espacios del campus, el problema será muy amplio para una propuesta de dos o cuatro páginas. Mejor, delimita el planteamiento a una zona de estacionamiento.


3
Decide si el problema está muy delimitado. ¿Planteas lo suficiente del problema para que la audiencia lo entienda? Por ejemplo, si escribes un trabajo de investigación sobre las causas de la pobreza del campo, hablar sólo de los ingresos y subsidios de una granja no representará a toda la población rural. En este caso, necesitas expandir el panorama y detallar al menos las tres causas principales de pobreza para expresar el problema.

4
Escribe tu texto. Si tu trabajo es muy extenso o si, durante la investigación, te das cuenta de que el planteamiento del problema es muy amplio o complejo, delimítalo. Si tienes la suficiente información, expande el planteamiento para incluir más detalles.

5

Examina tu trabajo terminado. ¿Tu planteamiento de problema se integra con el contenido o el problema es más complejo de lo que pensaste? Si el planteamiento ha cambiado, revisa el planteamiento.

sábado, 25 de octubre de 2014

Invitación a Investigar

Una de las características de nuestra época es la vigencia de la llamada sociedad de la información, pues tenemos a nuestra disposición la tecnología que nos permite acceder a casi todas las fuentes imaginables que nos pueden surtir de los datos más específicos y complejos.
En muy poco tiempo podemos visitar bibliotecas, adquirir libros, consultar bases de datos, acceder en suma a informaciones hasta hace muy poco totalmente inaccesibles.
En teoría, en Internet podemos encontrar todo de casi todo, con tal que tengamos la suficiente pericia y la intuición que todo buen buscador debe ser capaz de desarrollar, para acertar en la selección de los innumerables sitios que le ofrecen los complejos ingenios informáticos.
Tanta facilidad puede confundirnos y acostumbrarnos a la comodidad de cortar y pegar, apropiándonos del trabajo de otros y presentándolo incluso como si fuera propio, desafiando a las acusaciones de plagio. Otra consecuencia negativa de estos métodos es la superficialidad, instalada como hábito, aunque disfrazada de exactitud.
Para contrarrestar estos riesgos, cabe proponer el regreso al viejo espíritu de investigación, que tanto ha hecho avanzar las ramas del saber desde que el ser humano se ha hecho las antiguas preguntas sobre las causas y el sentido de las cosas y de sí mismo.