lunes, 22 de diciembre de 2014
miércoles, 5 de noviembre de 2014
INSTRUCCIONES PARA LA ELABORACIÓN DEL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1
Escribe la sección argumentativa donde abarques los antecedentes y
detalles del problema. Cuando termines, asegúrate de que puedes identificar el
planteamiento del problema. Pídele a un amigo que lea esta sección para ver si
lo identifica; si ambos pueden, entonces está bien planteado. Si no, rescríbelo
para que sea más claro o para que se integre más a la información.
2
Examina el planteamiento del problema en detalle. ¿El problema listado
es muy extenso para el panorama de tu reporte? Por ejemplo, si escribes una
propuesta expresando la falta de suficiente estacionamiento en tu universidad y
si mencionas todos espacios del campus, el problema será muy amplio para una
propuesta de dos o cuatro páginas. Mejor, delimita el planteamiento a una zona
de estacionamiento.
3
Decide si el problema está muy delimitado. ¿Planteas lo suficiente del
problema para que la audiencia lo entienda? Por ejemplo, si escribes un trabajo
de investigación sobre las causas de la pobreza del campo, hablar sólo de los
ingresos y subsidios de una granja no representará a toda la población rural.
En este caso, necesitas expandir el panorama y detallar al menos las tres
causas principales de pobreza para expresar el problema.
4
Escribe tu texto. Si tu trabajo es muy extenso o si, durante la
investigación, te das cuenta de que el planteamiento del problema es muy amplio
o complejo, delimítalo. Si tienes la suficiente información, expande el
planteamiento para incluir más detalles.
5
Examina tu trabajo terminado. ¿Tu planteamiento de problema se integra
con el contenido o el problema es más complejo de lo que pensaste? Si el
planteamiento ha cambiado, revisa el planteamiento.
sábado, 25 de octubre de 2014
Invitación a Investigar
Una de
las características de nuestra época es la vigencia de la llamada sociedad de
la información, pues tenemos a nuestra disposición la tecnología que nos
permite acceder a casi todas las fuentes imaginables que nos pueden surtir de
los datos más específicos y complejos.
En muy
poco tiempo podemos visitar bibliotecas, adquirir libros, consultar bases de
datos, acceder en suma a informaciones hasta hace muy poco totalmente
inaccesibles.
En
teoría, en Internet podemos encontrar todo de casi todo, con tal que tengamos
la suficiente pericia y la intuición que todo buen buscador debe ser capaz de
desarrollar, para acertar en la selección de los innumerables sitios que le
ofrecen los complejos ingenios informáticos.
Tanta
facilidad puede confundirnos y acostumbrarnos a la comodidad de cortar y pegar,
apropiándonos del trabajo de otros y presentándolo incluso como si fuera
propio, desafiando a las acusaciones de plagio. Otra consecuencia negativa de
estos métodos es la superficialidad, instalada como hábito, aunque disfrazada
de exactitud.
Para
contrarrestar estos riesgos, cabe proponer el regreso al viejo espíritu de
investigación, que tanto ha hecho avanzar las ramas del saber desde que el ser
humano se ha hecho las antiguas preguntas sobre las causas y el sentido de las
cosas y de sí mismo.
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